Seguramente, habrás escuchado la frase “antes de amar a los demás, amate a ti mismo”. Y lejos de ser un tópico es una verdad rotunda. Sobre la cual, si aprendes a descubrir el verdadero significado que encierra y, a ponerlo en práctica muchas de tus inseguridades desaparecerán.
Cuando no sabes amarte como debieras, surgen dudas sobre si los demás te pueden llegar a amar. Este punto, es el inicio de una búsqueda constante de afecto y aprobación externa, que conduce a una serie de consecuencias poco deseables, como inseguridad, posibles relaciones dependientes, complacencia, comparaciones con el resto de personas, etc.
Quizá esto que menciono te suene, ya sea porque lo has vivido o vives sobre tus propias carnes, o, porque conoces a personas que se encuentran en esta situación.
Normalmente, esta falta de amor propio viene derivada de nuestras experiencias previas vitales, de las cuales tienen bastante peso aquellas que sucedieron durante la infancia.
A su vez, nuestras expectativas de vida, las cuales muchas veces tienen su origen en algo externo a nosotros mismos, hacen que queramos ser como los prototipos de personas que la sociedad define como modelos a seguir… Más alto, más delgado, más exitoso, y un largo etcétera.
Pero en realidad no existe nada mejor ni peor, es todo subjetivo y dependerá del espectador que lo valore. Sin embargo, pese a que esta afirmación pueda parecernos obvia, tendemos a compararnos habitualmente con los demás, sobretodo en aspectos concretos que no nos gustan de nosotros mismos. Pues bien, seamos objetivos y justos, ya que nos comparamos con otra persona, vamos a hacerlo en su totalidad, o lo que es lo mismo desde un prisma de objetividad, con sus cosas buenas y con las que no lo son tanto. Esa percepción selectiva de posibles “defectos propios” y “virtudes ajenas” hace que nos engañemos en el proceso, ya que por muy ideal o perfecto que pueda parecernos a priorí alguien, si “escarbamos” un poco más, encontraremos muchas características que finalmente no resulten para nosotros mismos deseables.
Es necesario que aprendas a identificar si este patrón de comportamiento es algo habitual en ti. Puesto que amarte a ti mismo/a de una manera saludable (no de forma ególatra), mejorará tu vida en todos los aspectos de forma sustancial.
Por ello, voy a plantear una serie de enunciados, a los cuales puedes responder, si quieres salir de dudas y, que sin duda pueden ser muy esclarecedores, tan sólo contesta con sí o no: